

León XIV, un moderado estadounidense llegado al Vaticano desde Perú
León XIV, que llegó al Vaticano tras años como obispo en Perú, se ha mostrado desde su elección como un hombre tranquilo y decidido, con sensibilidad para las cuestiones sociales, visión internacional y un especial afecto por el país andino.
Robert Francis Prevost, de 69 años y estadounidense, aunque también con nacionalidad peruana, llegó el 8 de mayo al trono de San Pedro y fue rápidamente aclamado por su moderación y sus 20 años de experiencia sobre el terreno en Perú.
El primer papa estadounidense, sonriente y discreto, ya ha iniciado un cambio de estilo con respecto a su carismático predecesor Francisco, intentando lograr un delicado equilibrio entre estar cerca de los fieles sin convertirse en una estrella.
En su primer discurso desde el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano, Leon XIV instó a "construir puentes" a través del "diálogo", avanzando "sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros".
El pontífice también tuvo unas palabras en español para su "querida diócesis de Chiclayo" en Perú, un gesto muy significativo ya que no habló en inglés, su lengua materna.
- Amor por Perú y su ceviche -
Prevost ha pasado apenas un tercio de su vida en Estados Unidos. El resto entre Europa y América Latina, una de las periferias del mundo de donde también era el argentino Jorge Mario Bergoglio.
El diario italiano La Repubblica lo llamó "el menos estadounidense de los estadounidenses" por la moderación de sus palabras.
Arzobispo emérito de Chiclayo, a unos 750 km al norte de Lima, Prevost obtuvo la nacionalidad peruana en 2015.
"Es un hermano nuestro, un hermano que ha pasado por estas tierras", dijo Edison Farfán, el obispo de Chiclayo. "Se enamoró de Perú".
"Le gustaba mucho el cabrito, el arroz con pato y el ceviche, eran sus platos preferidos", dijo en una rueda de prensa Farfán, quien recordó su cercanía con los más pobres.
- "No podemos parar" -
La idea de un papa norteamericano estuvo por siglos descartada en Roma, ya fuera por la distancia --estaban tan lejos que normalmente llegaban tarde a los cónclaves-- o por decisiones geopolíticas.
Prevost dejó Perú para sumarse al gobierno vaticano, donde dirigió el importante dicasterio para los Obispos, que tiene la destacada función de aconsejar al papa sobre los nombramientos de los jerarcas de la Iglesia.
Entró en la curia en sustitución del cardenal canadiense Marc Ouellet, que fue acusado de agredir sexualmente a una mujer y renunció por motivos de edad. Entonces, el difunto pontífice lo nombró también presidente de la comisión pontificia para América Latina.
Tras la muerte de Francisco, dijo que aún quedaba "mucho por hacer" en la transformación de la Iglesia. "No podemos parar, no podemos retroceder", dijo el mes pasado a Vatican News.
- Misionero -
Fue uno de los cardenales más cercanos a Francisco, cuyo pontificado generó resistencias dentro de los sectores más conservadores.
Pero al mismo tiempo, su sólida formación en Derecho Canónico tranquiliza en estos círculos que buscan un enfoque más centrado en la Teología.
Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago y asistió a un seminario menor de la Orden de San Agustín en San Luis como novicio antes de graduarse en Matemáticas en Filadelfia.
Se unió a los agustinos en Perú en 1985 para la primera de sus misiones en el país andino.
"Eligió ser uno de nosotros, vivir entre nosotros y llevar en su corazón la fe y la cultura y los sueños de este país", escribió la presidenta peruana, Dina Boluarte.
Estuvo en Chicago desde 1999 para ejercer como prior provincial de los agustinos en esa región estadounidense y posteriormente prior general de la orden en todo el mundo.
"Un pueblo fiel (que) ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe", expresó.
O.T.Wolf--NRZ