

HRW acusa a EEUU de expulsar "injustamente" a 200 migrantes a Costa Rica
El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump expulsó "injustamente" a 200 migrantes a Costa Rica, incluidos niños, tras retenerlos "en condiciones de detención abusivas", acusó el jueves la oenegé Human Rights Watch (HRW).
Desde que regresó a la Casa Blanca en enero, Trump convirtió en una prioridad la lucha contra la migración ilegal y prometió expulsar a una cantidad récord de migrantes, para lo que pide la colaboración de países aliados.
Costa Rica aceptó en febrero a 200 solicitantes de asilo y migrantes expulsados de Estados Unidos, entre ellos 81 niños con edades entre uno y 17 años.
Son originarios de Afganistán, Angola, Armenia, Azerbaiyán, China, la República Democrática del Congo, Georgia, India, Irán, Kazajistán, Nepal, la República del Congo (Congo-Brazzaville), Rusia, Turquía, Uzbekistán, Vietnam y Yemen.
"Ellos dicen que pidieron asilo pero que no les dejaron hacer la solicitud", declaró a la AFP Michael Garcia Bochenek, autor principal de un informe publicado por la organización tras entrevistar a 36 personas entre el 1 de marzo y el 30 de abril.
"Hemos identificado solo dos casos en los que se hizo una parte del proceso (de asilo) pero fue una entrevista muy breve con el resultado inmediato", añadió.
Las autoridades estadounidenses los retuvieron en "condiciones de detención abusivas, a veces durante semanas", afirma HRW.
Garcia Bochenek asegura que habló con una mujer a la que separaron de su hijo, un adolescente de 12 años con problemas de visión.
"Tuvo problemas con las gafas y ella tenía posibilidad de comprar unas nuevas pero no le dejaron así que el niño estuvo sin ver" durante semanas, contó este asesor jurídico de HRW.
En un comunicado, HRW pide a Costa Rica y Estados Unidos que permitan "de inmediato que estas familias busquen asilo en un país donde se sientan seguros".
Las autoridades costarricenses afirman que han fungido de "puente" entre Estados Unidos y los países de origen, pero la oenegé lo pone en entredicho.
"Sabía o debería saber" que ellos no querían volver a sus países, afirma Garcia Bochenek, quien lamenta que un país que ha sido modelo en la acogida de refugiados se convierta "en cómplice" de este tipo de expulsiones.
Más de dos meses después de su traslado a Costa Rica la mitad de los 200 han regresado a sus países de origen.
Al resto, "los funcionarios de migración costarricenses empezaron a devolverles los pasaportes el 23 de abril y les informaron que podían obtener un permiso humanitario especial que les otorga 90 días para solicitar asilo en Costa Rica o abandonar el país", afirma HRW.
La oenegé pide al gobierno costarricense que les proporcione autorización para trabajar, ayuda para la vivienda, clases de idioma y se comprometa a "rechazar futuros traslados de ciudadanos de terceros países expulsados de Estados Unidos".
G.Werner--NRZ