

Una cumbre de la ONU en Francia para devolver la esperanza a los océanos
El futuro de los océanos y el monto de las ayudas para luchar contra su sobreexplotación y contaminación es el objeto de una cumbre de la ONU que se abrirá la próxima semana en la ciudad balnearia francesa de Niza.
La tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC) busca consensuar una política común y recaudar dinero para la conservación marina.
La comunidad internacional aún debate sobre qué política debe adoptar ante la minería en aguas profundas, la basura plástica o la sobrepesca.
Copatrocinada por Francia y Costa Rica, la conferencia espera alrededor de 70 jefes de Estado y de gobierno para una ceremonia inaugural previa, incluido el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
Los océanos se encuentran "en estado de emergencia" y la reunión del 9 al 13 de junio "no será solo otra reunión rutinaria", aseguró el subsecretario general de la ONU, Li Junhua.
"Todavía hay tiempo para cambiar nuestro rumbo si actuamos colectivamente", dijo a los periodistas.
Se espera que la mayoría de los países envíen ministros o delegados de menor rango a la cumbre, que no tiene el peso de una COP climática o una negociación de tratado de la ONU ni toma decisiones legalmente vinculantes.
Es poco probable que Estados Unidos envíe una delegación.
El presidente Donald Trump anunció recientemente que dará impulso a la minería del lecho marino en aguas internacionales, lo que generó amplias críticas.
Francia ha prometido que la cumbre hará por la conservación de los océanos lo que el Acuerdo de París hizo por la acción climática global en la COP21 (2015).
Se espera que las naciones presentes adopten una "Declaración de Niza" para ratificar una mayor protección de los océanos, junto con compromisos adicionales voluntarios por parte de gobiernos individuales.
Se espera que los líderes del Pacífico participen en masa y exijan, en particular, compromisos financieros concretos de los gobiernos.
"El mensaje es claro: las promesas voluntarias no son suficientes", dijo Ralph Regenvanu, ministro de Medio Ambiente de Vanuatu, a los periodistas.
La cumbre también acogerá a líderes empresariales, donantes internacionales y activistas oceánicos, mientras que se espera que una convención científica previa reúna a 2.000 expertos en océanos.
- Chequeo de temperatura -
Francia se ha fijado un listón alto y espera lograr la ratificación de 60 países para poner en marcha un tratado histórico de protección mundial de los hábitats marinos que vaya más allá de cada jurisdicción nacional.
Hasta ahora, solo 28 países y la Unión Europea lo han firmado.
La entrada en vigor de este tratado se considera crucial para alcanzar el objetivo acordado globalmente de proteger el 30% de los océanos para 2030.
La cumbre también será un "un chequeo de temperatura en términos de ambición", dijo Megan Randles, jefa de la delegación de Greenpeace en la conferencia de Niza.
La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos debatirá en julio un código de minería en lechos marinos, una actividad que más de 30 países quieren prohibir.
Y la comunidad internacional intentará de nuevo finalizar un tratado global vinculante para abordar la basura plástica después de que colapsaron rondas anteriores de negociaciones.
- Punto de inflexión -
Las recientes conferencias de la ONU han tenido dificultades para encontrar consensos y fondos necesarios para combatir el cambio climático y otras amenazas ambientales.
Los océanos reciben la menor financiación de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
No está claro si Niza cambiará esa dinámica, explica Angélique Pouponneau, principal negociadora de la Alianza de los Pequeños Estados Insulares.
"Con tantas crisis y distracciones que compiten en la agenda global, es difícil confiar en que realmente se logre el nivel de ambición requerido", dijo Pouponneau a la AFP.
A juicio de Costa Rica se pueden esperar compromisos públicos y privados de 100.000 millones de dólares con "cronogramas claros, presupuestos y mecanismos de rendición de cuentas".
"Esta vez esa es la diferencia: cero retórica, máximos resultados", dijo Maritza Chan Valverde, representante permanente de Costa Rica ante la ONU, a los periodistas.
Pero a juicio de Pepe Clarke, líder de la Práctica Global de Océanos de la organización medioambiental WWF, hay "un nivel comprensible de escepticismo sobre las conferencias".
Niza debe ser "un punto de inflexión... porque hasta la fecha las acciones se han quedado muy cortas respecto a lo necesario", declaró a la AFP.
B.Fuchs--NRZ