

Muere Bernard Kerik, jefe de la policía de Nueva York durante el 11-S
Bernard Kerik, quien lideró el Departamento de Policía de Nueva York durante los atentados terroristas del 11-S, falleció el jueves a los 69 años.
El oficial se convirtió en un rostro familiar para los estadounidenses durante los días posteriores al ataque contra las torres gemelas del World Trade Center, perpetrado con aviones comerciales por secuestradores de Osama bin Laden en septiembre de 2001.
Kerik, de complexión robusta y línea dura, ayudó al entonces alcalde Rudy Giuliani a guiar a Nueva York a través de la crisis.
Este jueves, el director del FBI, Kash Patel, anunció su muerte en la red social X, al asegurar que su deceso se registró "tras una batalla privada contra la enfermedad", sin dar detalles.
Patel calificó a Kerik de "guerrero, patriota y uno de los funcionarios públicos más valientes que ha conocido este país".
El oficial llevaba menos de un año como comisionado policial cuando su vida y su carrera dieron un giro de 180 grados por los atentados de 11-S, que mataron a casi 2.750 personas, entre ellas 23 agentes de la policía de Nueva York.
Cuando terminó el segundo mandato de Giuliani, poco después del ataque, Kerik dejó también su cargo y continuó su amistad y lealtad profesional de décadas.
Kerik siguió activo en la política del Partido Republicano y en 2003 participó en una misión en Irak para ayudar a formar a las fuerzas militares del expresidente George W. Bush.
Sufrió una caída en desgracia tras declararse culpable en 2009 de delitos graves, entre ellos fraude fiscal.
Admitió haber aceptado, a cambio de contratos públicos, 255.000 dólares en reformas a su apartamento por parte de una constructora sospechosa de tener vínculos con la mafia.
Su declaración le ayudó a evitar una pena máxima de hasta 61 años de cárcel y, en su lugar, fue condenado a cuatro años de prisión. Recuperó finalmente la libertad en 2013.
Kerik recibió el indulto presidencial en 2020, durante el primer mandato del magnate republicano Donald Trump.
Posteriormente, se asoció con Giuliani para investigar sus denuncias de un supuesto fraude electoral tras la derrota de Trump en 2020, que luego fueron desmentidas.
Fue además una de las personas citadas por los legisladores estadounidenses para responder por acusaciones de conspirar para modificar los resultados de los comicios durante el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio.
S.Schulze--NRZ